La investigación del ADN de los restos de las personas que construyeron la famosa estructura de Stonehenge revela un interesante linaje europeo. El análisis reveló que estos primeros habitantes británicos eran parte de una ola de magración que se originó en lo que hoy es España y Turquía.
El estudio comparó el ADN con otras personas que vivían en el mismo período de tiempo y descubrió que los antepasados de la población prehistórica llegaron a Gran Bretaña aproximadamente 1.000 años antes de que se erigiera el monumento. Aunque Gran Bretaña ya estaba habitada, los diferentes grupos de personas no se mezclaron mucho durante mucho tiempo.
Lea el artículo completo en BBC.