Ha estallado una disputa entre el alcalde de Roma y la Iglesia Católica Romana sobre lo que debería suceder con las monedas recuperadas de la fuente de Trevi.
Cada año se extraen cerca de 1.5 millones de euros (1.3 millones de libras esterlinas) del famoso monumento. Se entrega tradicionalmente a una organización benéfica católica para ayudar a los indigentes.
Pero ahora la alcaldesa Virginia Raggi quiere que el dinero se gaste en la infraestructura en ruinas de la ciudad.
Lea el artículo completo en el BBC.