Las iglesias históricas de Nápoles corren el riesgo de hundirse

San Francesco di Paola, Nápoles, Italia.
San Francesco di Paola, Nápoles, Italia. Imagen: MM Wikimedia CC0

Un nuevo artículo de investigación en Revista de Patrimonio Cultural detalla el riesgo debido a su ubicación sobre cavidades subterráneas. Nápoles es conocida por sus estructuras subterráneas como catacumbas, criptas, cementerios, acueductos, canteras de piedra y cisternas. La ubicación de iglesias históricas, catedrales, capillas sobre estas estructuras subterráneas las hace susceptibles a hundimientos.

 Un equipo de investigadores de la Universidad de Nápoles Federico II ha descubierto que nueve estructuras corren el riesgo de ser destruidas por sumideros. El equipo llegó a la conclusión de que, además del seguimiento continuo y los controles de la estabilidad del terreno, también era fundamental para asegurar los edificios. Los sumideros no son un problema inusual en Nápoles. Entre 1870 y 2010, se han producido 90 sumideros en Nápoles y sus alrededores, agregaron que alrededor del 25% de ellos fueron causados ​​por cavidades colapsadas, lo que provocó muertes y daños al patrimonio cultural.

Entre las iglesias en riesgo se encuentran: Basilica di San Francesco di Paola, San Giuseppe delle Scalze a Pontecorvo y la Basilica dello Spirito Santo y Basilica di Santa Maria della Pazien. Son importantes para el paisaje de la ciudad de Nápoles debido a su papel como una gran atracción turística, espacio cultural, un lugar de culto que representan la relevancia de estos edificios en los tiempos modernos. En 2009, se abrió un sumidero en la iglesia de San Carlo alle Mortelle, creando un pozo de más de cinco metros de profundidad. La iglesia del siglo XVII, conocida por su arte barroco, reabrió en 17 después de reparaciones por valor de 2017 millones de euros.

Desde 2007, un proyecto a gran escala financiado por la UE ha estado reconstruyendo el centro histórico de Nápoles. Esto incluyó la restauración de muchas iglesias de la ciudad. Actualmente en la fase 2, el proyecto ha recibido alrededor de 100 millones de euros por fase, principalmente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Está previsto que continúe hasta el 2022. Gracias a esta iniciativa, algunas de las muchas iglesias napolitanas cerradas y abandonadas han reabierto ahora. 

Procedente de El periódico de arte.

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