El período medieval temprano en Irlanda (400-1200 d.C.) fue una época de importancia clave. Fue un punto de inflexión en la historia europea y el origen de gran parte de la cultura e identidad irlandesas contemporáneas. Hasta ahora se suponía que esta Edad de Oro irlandesa fue seguida por estabilidad y consolidación, y una población en constante aumento, a pesar de la interrupción causada por las incursiones vikingas durante el siglo IX.
En un estudio realizado por Emma Hannah y Rowan McLaughlin, publicado en el Journal of Archaeological Science, descubrieron que la población irlandesa había experimentado un grave declive durante casi dos siglos antes de la llegada de los vikingos. Hannah y McLaughlin utilizaron grandes volúmenes de datos para revelar patrones de migración de Viking que estaban ocultos antes.
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