Sentado en la cima de la Acrópolis, el Partenón es uno de los edificios más deslumbrantes de la antigüedad, pero durante 2,000 años nos hemos equivocado de nombre, según una nueva investigación.
Los eruditos holandeses afirman que el nombre "Partenón" - popularizado en la época romana - originalmente pertenecía a un edificio completamente diferente, no al vasto templo de piedra que se cierne sobre Atenas y atrae a millones de turistas al año. El Partenón real era, de hecho, un antiguo tesoro griego que contenía ofrendas a la diosa Atenea, según la investigación de la Universidad de Utrecht.
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