La tradición musical, reconocida por la UNESCO en 2001, siempre ha sido parte integral de la cultura georgiana.
Tiene sus orígenes en la era pagana, cuando se usaba para expresar las opiniones sobre las características y la visión del mundo. Siguió siendo relevante en la era cristiana, ya que se convirtió en parte tanto de la vida secular como de la oración teológica junto con representaciones populares que expresan puntos de vista de la perspectiva cristiana sobre la vida georgiana. La música contemporánea refleja los cambios en la vida pública desde la década de 1980 en la polifonía secular y teológica tradicional georgiana.
Esta forma de música tiene una función estética y artística y fue declarada 'Patrimonio Cultural Inmaterial' en 2014.
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