La colección Morozov, que incluye unas 200 obras significativas de artistas europeos y rusos, se ha expuesto recientemente en Francia. La colección, exhibida en el museo de la Fundación Louis Vuitton, nunca antes había viajado fuera de Rusia. Ahora, las pinturas están causando problemas políticos y logísticos.
Las obras fueron recopiladas por los hermanos Morozov a principios del siglo XX, pero pasaron a ser propiedad estatal tras la caída del régimen zarista. Durante décadas se habían dividido entre el Museo Estatal del Hermitage en San Petersburgo, el Museo Estatal de Bellas Artes Pushkin y la Galería Estatal Tretyakov en Moscú. En 20, la colección se presentó en una exposición temporal en París.
Sin embargo, con los vuelos hacia y desde Rusia prohibidos y los viajes por carretera riesgosos, las pinturas enfrentan un futuro incierto. Debían devolverse después de la clausura de la exposición el 3 de abril, pero ahora las obras de artistas como Gauguin y Cezanne aún no han salido de Francia.
La ministra de Cultura rusa, Olga Lyubimov, dijo esta semana que se ha elaborado una “hoja de ruta” para la devolución de artefactos que se encuentran actualmente en Europa. Sin embargo, no dio detalles.
Por ahora, sin embargo, la logística es un problema que deben resolver los museos. Por el momento, los funcionarios de la Fundación Louis Vuitton y los museos rusos están enfatizando la importancia de proteger las obras de arte. Actualmente permanecen en el museo de París.
Evitar problemas diplomáticos
Durante un momento tan trágico, la preocupación por los objetos culturales de Rusia está en un lugar bajo de la lista de prioridades. Sin embargo, los lazos entre los museos de Europa y Rusia se han considerado muy importantes para la diplomacia y una señal de confianza. En la inauguración de la exposición en 2021, estuvieron presentes tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, como la ministra de cultura rusa, Lyubimova.
Los problemas legales sobre la devolución de objetos pueden tardar años en resolverse, lo que probablemente sea algo que todos los museos involucrados esperan evitar. El museo Allard Pierson de Ámsterdam, por ejemplo, almacena objetos de Crimea desde 2014, después de tenerlos prestados para una exposición. Dado que tanto el estado de Ucrania como los museos de Crimea reclaman los objetos, no ha habido una solución clara durante más de 7 años sobre dónde deben ir. Con el veredicto para devolverlos a Ucrania aún pendiente, los objetos permanecen almacenados de forma segura en Ámsterdam.
En marzo, Rusia devolvió algunos artículos a museos europeos, incluido el Museo del Prado y Armería del Palacio Real de Madrid.
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