El lunes 15 de abril, un gran incendio devastó la monumental e icónica Notre-Dame de París. La catedral medieval no es solo uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica francesa, sino que se encuentra en el corazón de Francia y del extranjero. Aunque los cientos de bomberos pudieron extinguir el fuego antes de que las paredes estructurales pudieran derrumbarse, salvando algunos de los artefactos y arte más importantes, la pérdida es inconmensurable.
El apoyo a los franceses y a todos los afectados por el incendio es inmenso y hasta ahora ya se han prometido cientos de millones de euros para ayudar a reconstruir la catedral a su estado original.
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