En la pintoresca Europa rural, las propiedades señoriales y los parques son testimonios de un continente lleno de un rico patrimonio cultural. Estas fincas encarnan las transformaciones sociales, económicas y políticas que han dado forma a la identidad del paisaje a lo largo de los siglos. Sin embargo, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, muchos de estos sitios históricos, especialmente en Europa del Este, han luchado en un mundo cambiante. En la Pomerania Occidental de Polonia, un estudio reciente arroja luz sobre los desafíos que enfrenta la preservación de estas fincas señoriales y parques, muchas de las cuales pasaron a ser propiedad de Granjas Agrícolas Estatales (PGR) durante la era socialista.
Muchos de nosotros que vivimos fuera de Polonia podríamos asociar las grandes casas de campo y propiedades con la campiña inglesa, o quizás con los castillos franceses. Sin embargo, estos paisajes son bastante comunes en toda Europa, pero no todos han sido igualmente cuidados. Debido al difícil pasado de Pomerania Occidental, muchas de estas propiedades históricas han permanecido durante décadas sin un propietario claro, cuyo impacto recién ahora se comprende.
Los hallazgos de este estudio son, sin embargo, un llamado a la acción. Revelan que los cambios de gestión desde 1945 probablemente hayan provocado una degradación significativa en muchas de las propiedades históricas de la región. El 42% de los encuestados han sido alterados significativamente de su forma original, lo que lleva sólo a un estado de conservación moderado. Más alarmante es el 30% que el estudio considera en mal estado, para el cual la revitalización presenta un desafío considerable. Sólo alrededor de una cuarta parte de las fincas encuestadas se consideran bien mantenidas y en muy buenas condiciones.
El estudio sugiere que la complicada situación sociopolítica de la región después de la Conferencia de Potsdam llevó a que gran parte del patrimonio cultural fuera infravalorado o, en algunos casos, al resentimiento de las nuevas poblaciones. El estudio se centró en evaluar el estado de transformación y conservación de estas propiedades en Pomerania Occidental desde la era de las granjas agrícolas estatales entre 1949 y 1991 hasta la actualidad. Utilizando un método cualitativo, el estudio clasificó las fincas según su estado de conservación e identificó el alcance de las transformaciones que han sufrido.
El estudio enfatiza la necesidad urgente de tomar medidas para detener un mayor deterioro y salvaguardar el patrimonio cultural de Pomerania Occidental, donde la mayoría de las propiedades corren el riesgo de perder su valor cultural. Estas fincas señoriales y parques son más que simples estructuras físicas; son monumentos históricos que hacen eco de la vida de quienes alguna vez los habitaron. El continuo deterioro de estos sitios históricos y los limitados esfuerzos de restauración plantean preocupaciones importantes para su supervivencia.
Proteger estas propiedades no se trata sólo de preservar ladrillos y mortero; se trata de mantener la identidad de Pomerania Occidental y garantizar el desarrollo sostenible de la región. La preservación de estas propiedades es la clave para mantener vivo el rico tapiz del patrimonio cultural europeo para las generaciones futuras. Si bien estos sitios deben estar protegidos legalmente de acuerdo con las leyes nacionales y los estatutos internacionales, será esencial un esfuerzo concertado de los sectores público y privado para cambiar el rumbo y garantizar que estos símbolos de la historia y la cultura europeas no se pierdan en el tiempo.
Fuentes: Investigación de Magdalena Rzeszotarska-Pałka, 2024. "Manor and Park Estates: resiliencia a la transformación y la nueva gestión del espacio debido a cambios políticos: el caso de Pomerania Occidental (Polonia),” Sostenibilidad, MDPI, vol. 16(6), páginas 1-20, marzo.