Las prácticas modernas de conservación y restauración están respaldadas por tecnologías de vanguardia. Un número cada vez mayor de instituciones culturales también están aprovechando las últimas innovaciones audiovisuales y de las redes sociales para impulsar el compromiso con los procesos que protegen obras de arte y artefactos de valor incalculable.
En un sector siempre hambriento por llegar a nuevas audiencias, en 2019 la recuperación de Notre Dame de los daños causados por el fuego estimuló el debate mundial sobre el papel de la restauración y el Rijksmuseum convirtió la conservación en un evento de visita obligada.
Lea un excelente artículo sobre ambos casos en Asesor de Museos + Patrimonio.