LiDAR (detección de luz y rango) es una de las herramientas modernas más interesantes de la arqueología. LiDAR se utiliza para mapear topografía, planificar excavaciones y encontrar sitios que no se pueden ver a simple vista.
En 2010, los arqueólogos que buscaban evidencia de sitios mayas difíciles de encontrar se sorprendieron cuando LiDAR reveló una ciudad maya perdida.
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