Bélgica se convirtió en el país europeo número 23 en ratificar la convención FARO, que entrará en vigor en el país en septiembre. Bélgica ahora tendrá un marco legal para garantizar que el enfoque del país sobre el patrimonio se base en la mejora de la calidad de vida. La convención nos recuerda que son las personas las que dan valor al patrimonio cultural, no necesariamente los objetos en sí.
El tratado se firmó por primera vez en Faro, Portugal, en 2005, y desde entonces ha sido firmado y ratificado gradualmente por los miembros del Consejo de Europa. 5 países del Consejo han firmado la convención pero no la han ratificado, y otros 18 aún no se han comprometido con ella.
La convención tiene múltiples capas, pero se enfoca en cómo el patrimonio puede y debe ser beneficioso para todos en la sociedad. Alienta las iniciativas de base y presiona para que las comunidades locales estén en el centro de la gestión del patrimonio. Los países que ratifiquen la convención deben reflexionar sobre cuán éticas, sostenibles y participativas son sus prácticas. Se espera que el uso de estos principios básicos para gestionar el patrimonio fomente la paz y una mejor calidad de vida para todos los involucrados.
Fuente: Consejo de Europa