Actualmente, se está discutiendo hasta qué punto los museos deben reformarse y "descolonizar" para dejar de exhibir colecciones que fueron recolectadas o robadas de otros países durante la era colonial, de una manera que retrata a las culturas extranjeras como extrañas o inferiores y otras naciones como poseedores inadecuados del patrimonio cultural y los conocimientos del mundo.
Se puede encontrar un camino a seguir en las tecnologías digitales que pueden permitir a las personas acceder a representaciones de otras culturas de manera justa e interesante, sin que las instituciones culturales tengan que aferrarse a artefactos controvertidos.
Por ejemplo, con las imágenes en 3D y la impresión en 3D podemos producir copias digitales y físicas de artefactos, lo que permite a los visitantes estudiarlos e interactuar con ellos más de cerca que nunca.
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