El descubrimiento confirma una especulación de larga data sobre el allanamiento de sinagogas y lápidas en busca de materiales de construcción durante el régimen comunista.
El descubrimiento se realizó durante una remodelación en la Plaza de Wenceslao, escenario de algunos de los eventos históricos más dramáticos de la República Checa y un lugar frecuente de protesta política. El rabino Jaim Kočí, un alto funcionario del rabinato de Praga, presenció los adoquines desenterrados que revelaban nombres hebreos, fechas y símbolos de la estrella de David. Este desarrollo ha sido aclamado como la prueba de la especulación del uso de lápidas y otros materiales de cementerios y sinagogas judíos durante el régimen comunista en la década de 1980 para la peatonalización de la Plaza Wenceslao.
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