Alboroto en Nicosia, donde se demolieron cuatro edificios protegidos en el centro histórico de la ciudad. El estado de Chipre incluyó las casas como patrimonio arquitectónico para preservarlas para el futuro.
Nueva catedral
según el France24, los edificios demolidos estaban junto al Palacio Arzobispal, donde la Iglesia de Chipre está construyendo una nueva catedral. El terreno sobre el que se levantaron las estructuras es propiedad de la iglesia. Las casas derruidas se consideraron inseguras, dijo un portavoz anónimo a The Associated Press. Sin embargo, la decisión de destruirlos provocó una tormenta de críticas, dirigida contra el arzobispo Chrysostomos II.
El alcalde de Nicosia, Constantinos Yiorkadjis, dijo a la estación de radio estatal CyBC que los edificios fueron demolidos sin permiso. Por tanto, las demoliciones son ilegales. El alcalde dijo que el municipio exigirá la restauración de los edificios destruidos. La oficina del arzobispo anunció que el arzobispo enviaría una carta a la municipalidad prometiendo restaurar los edificios.
La indignación pública
Varios partidos políticos emitieron declaraciones denunciando la destrucción del patrimonio chipriota. El partido conservador gobernante DISY dijo que las autoridades manejarían la situación de acuerdo con la ley del estado. El partido comunista de oposición AKEL estaba indignado por la acción: "Nuestro patrimonio cultural no es propiedad del Arzobispo".
El Ministerio del Interior de Chipre ha incluido más de 7000 edificios en toda la isla como patrimonio arquitectónico e histórico nacional. Al enumerar estas estructuras, el ministerio espera preservar el legado cultural de la isla. Si bien se restaurarán las casas de Nicosia, su valor como auténtica herencia chipriota se pierde para siempre.
Fuente: France24 y The Associated Press
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