Durante casi veinte años, Feti Gijci trabajó en un proyecto tan confidencial que le indicaron que guardara los planos en una caja fuerte todas las noches antes de salir de su oficina y nunca hablara de ello con amigos y familiares. Gijci fue el planificador jefe de la ciudad de Kukës, en Albania, durante el régimen comunista bajo el dictador estalinista Enver Hoxha cuya paranoia y miedo a la guerra inminente llevó a la construcción de cientos de miles de búnkeres para defender a su población contra la amenaza de invasión.
El gran plan se hizo para permitir que la población de 10,000 personas viviera de manera autosuficiente en la ciudad subterránea por hasta 6 meses durante la guerra. Sin embargo, el régimen cayó y la ciudad totalmente equipada fue abandonada.
Desde entonces, casi después de 30 años de abandono, Safet Gjici, el nuevo alcalde de la ciudad quiere abrir la ciudad subterránea al público como atracción turística. Sin embargo, algunos cuestionan la tendencia a convertir el patrimonio comunista en atracciones turísticas temáticas.
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